Una auténtica historia en la que se relatan las aventuras que viven tres amigos cuando deciden marcharse de su país de origen y comenzar una nueva vida a dos mil kilómetros de allí. Holanda se convierte en un escenario perfecto para demostrar que nunca hay que perder la esperanza, que siempre hay que enfrentarse a la vida con la más amplia de las sonrisas y que las mejores cosas ocurren cuando menos las esperas.

sábado, 13 de octubre de 2012

"La sopa fría"

13 de Octubre de 2012.

Nos alegra saber que estáis bien, o que al menos lo intentáis, que seguís cumpliendo con vuestras obligaciones, que seguís sonriendo como antes, emocionándoos y sintiéndonos tan cerca que no importen los kilómetros que hay de por medio. Nos gusta tener noticias de vosotros, de vuestras nuevas ilusiones y de vuestros mejores momentos. Es una delicia saber lo que vais a comer, lo que habéis preparado para la cena y los planes que tenéis para el día siguiente. Nos gusta saber de vuestros trabajos, de vuestros viajes y de vuestros mejores proyectos. Nos gusta saber de todos los que estáis esperándonos desde nuestras tierras, todos los que estáis al tanto de todos nuestros pasos y metas. Nos gusta saber de todos los que estáis tras nuestras cartas de Holanda. A todos vosotros, mil y una veces gracias. 



Aunque eche de menos mi cama y, sobretodo, mi almohada hoy he dormido bien. Aunque Ana haya dormido también bien dice que las camas y las almohadas eran mejor en el albergue. Mary dice que ha dormido un poco mal, que le gustaba más su nido fabricado con nórdicos en el albergue, y que le duele un poco la espalda. Aunque hayamos dormido bien o mal, estamos destinados a que todas las noches ocurra algo inesperado, diferente y fuera de lo común. 

A las ocho a sonado la alarma diaria de mi móvil y estaba tan a gusto que no le he hecho mucho caso. Hemos seguido durmiendo un rato más, que para eso es sábado. Después de la alarma y después de quedarnos dormidos de nuevo ha ocurrido. Ha ocurrido que hacía tantísima calor en la habitación que el sensor de calor para detectar fuegos ha comenzado a chillar descaradamente. “¡¡¡Piiiiiii Piiiiii Piiiiii!!!”. Los pitidos invadían la habitación y nos hemos mirado aterrados. ¿Está sonando, en serio, lo que creemos que está sonando? Pues sí. Yo en un momento he pensado que la habitación comenzaría a llenarse de agua. Mary ha pensado, incluso, en tirarse encima del ordenador para protegerlo de la lluvia artificial. Menos mal que nada de eso ha ocurrido y que solamente se ha quedado en un pitido que ha desaparecido al cabo de unos instantes. Vale: hemos descubierto que el detector funciona, pero si llega a haber fuego de verdad dónde está el agua. Solo esperamos que los bomberos holandeses sean rápidos. A parte de eso también ha sonado la alarma de una moto en la calle, justo al lado de la ventana de la habitación. Ana creía que era la alarma de una bici. Seguro que las bicis están tan desarrolladas aquí que hasta tienen alarmas. Pero era de una moto. Y mi pregunta es: ¿Dormiremos algún día del tirón? ¿Alguien está en contra de nuestras horas de sueño? ¡Dios de Holanda confiesa ahora o duerme para siempre! 

Después de nuestro ajetreado despertar hemos recordado que tenemos desayuno incluido en la pensión, así que nos hemos vestido y nos hemos ido a la casa de al lado, donde está la cocina de los desayunos y una especie de comedor. Ya os dije que la pensión está formada por varias casas independientes, ¿verdad?. Pues eso, nos duchamos en nuestro gran baño privado, donde ahora duerme la bici de Marleen de lo espacioso que es, y nos vamos a desayunar. 

¡Tostadas, mermeladas de todo tipo, crema de cacahuete, nocilla, miel, leche, café, yogur líquido, cereales, jamón de york, huevos, quesos de todo tipo y choped! Todo esto y mucho más nos reciben a la hora del desayuno. ¡Nos hemos puesto las botas! 

“¡¡¡Piii Piii Piii!!!” ha comenzado a sonar de nuevo, esta vez con más fuerza y más molesto que antes. Los pitidos atravesaban nuestros oídos sin compasión. ¿Pero qué pasa ahora? ¿Le hemos caído bien a este pitido y nos persigue allá donde vamos o qué? Pues sí, parece que le hemos gustado. Y esta vez no había estado provocado por un cúmulo excesivo de calor en la habitación, si no porque hemos olvidado un trozo de pan en la tostadora y el humo que desprendía se ha chivado al detector de incendios. Menos mal que tampoco nos ha llovido artificialmente. ¡Ana saca el paraguas que compramos en el Hema! Ah no… que está roto. 

Después de nuestros deliciosos desayunos volvemos a la habitación y parece que hoy ha sido el día de las llamadas y video llamadas. Hemos visto a Marina, la hermana de Ana y Mary, y a su abuelo por la web cam. Siguen como siempre, les preguntamos por todo y por todos. Mary y Ana también les piden que les hablen de sus perritos: Shira y Barny. ¡La emoción y los gritos de alegría son inevitables! Parece que estamos huecos, huecos y locos. Cualquiera que nos vea hablando a voces dirigiéndonos a la pantalla de un portátil lo pensará. Después hemos hablado con Javi, nuestro amigo y el novio de nuestra amiga María, para decirle que íbamos a llamar para darle una sorpresa a María. Y hemos llamado. María ha contestado y nosotros le hemos respondido a voces mientras gritábamos su nombre. “¿Esto qué es? Pero, ¿esto es ahora?” han sido las palabras que demostraban que no se creía lo que estaba escuchando. El tiempo pasa muy deprisa cuando hablamos con ella. Escuchamos sus nuevas noticias, sus anécdotas en el ciclo que estudia, nos reímos con ella y con Javi. Nos dicen que han ido al cine a ver "Lo Imposible". ¡Mary y yo nos morimos de la envidia! Quiero verla. Les pregunto que si han ido a ver "Tadeo Jones" y me dicen que me están esperando, que quieren verla conmigo. ¡No me digáis esas cosas! También saludamos a Juana y a Neme. Es la hora de la comida y se les enfría la sopa. Todos nos ponemos a cantar, como locos, la canción de M-Clan “La sopa fría”. Está claro que, en estos momentos, la sopa no importa que se enfríe. ¡Qué gusto da volver a hacer el tonto los cuatro juntos! Hemos continuado con la web cam y hemos visto a mi hermana y a mi madre. Nos dicen lo guapos que estamos y lo bien que lo estamos haciendo. Y aparece mi tía Primi, que nos manda besos y mucha suerte. Mi hermana nos lleva de paseo por mi casa, me enseña mi habitación, nos enseña la calle Valle y nos lleva hasta la casa de Nora, mi perra. Es emocionante verla tan contenta como siempre. Seguro que echa de menos los paseos a la Charca Arriba junto con Shira y Barny. Ana habla por teléfono con Roberto, se echan de menos y están deseando de volver a estar juntos. ¡Todos lo queremos ver por la cam pero parece que no le funciona! Nos hemos regalado una buena dosis de ánimos y emociones. 

Al llegar la tarde Mary y yo hemos ido a comprar la cena en bicicleta al Albert Heijn, el supermercado que le hace la competencia a nuestro favorito Jumbo. Hemos ido a ese super porque es el más cercano a esta pensión. Hemos llegado a la primera y no nos hemos perdido en el camino, ¡Ni a la ida ni a la vuelta! Además, Mary me ha felicitado porque dice que mi sentido de la orientación está mejorando. 

Íbamos a comprar la comida del mediodía pero como el desayuno ha sido tan generoso hemos pasado directamente a la cena. ¡Y podemos cocinar! Tenemos cocina y ya era hora que olvidáramos las ensaladillas de un euro y los sándwiches con mahonesa. Además, Mary tenía mono de cocinar. Así que hemos comprado macarrones, unas salchichas, tomate y cebolla para preparar unos buenos platos de pasta para mañana la hora de la comida. Qué pena no poder echarle unas latas de atún. ¡Aquí no existen los packs de tres latas por menos de un euro! Solamente hay botes individuales, no muy grandes, y encima caros. Y hemos cenado bolitas rellenas de queso y patatas fritas, peladas y cortadas por nosotros mismos. ¡Cuánto tiempo sin hacer cosas de éstas en la cocina! ¡Y lo que nos ha costado encontrar patatas y cebollas en el Albert Heijn! 

Una vez en la habitación hemos llamado a Vane por teléfono. ¡Nos ha recibido Yeray! Cómo echamos de menos las tardes en el parque con él, a su amigo “El Fantasma Colocón”, a su novia la ratona Minnie y sus juegos tan divertidos. Dice que quiere venir a vernos montado en un avión muy, muy grande. “Mañana vamos a verlos, ¿vale mama?” le decía a Vane, que le contestaba con un “Sí” tan fuerte que hasta ella misma deseaba que el viaje imaginario de mañana se haría realidad. “Quiero irme con ellos. Ahora me voy por el teléfono” dice Yeray, creyendo que pisando el móvil con fuerza se transportará hasta Eindhoven. ¡Éste chico seguro que hace grandes avances tecnológicos en el futuro! Vane le dice que nos cante una canción y nos deleita con sus “Maracucú Maracucá” y con “Luna Lunera”. Esperamos veros algún día paseando y jugando por las calles de esta ciudad.

Y acabamos la noche con la madre de ellas, Mama Mari Jose, acompañados de una buena dosis de risas y tonterías. Le cantamos y seguro que le alegramos la noche. Hablamos de todo un poco, le enseñamos con la cam nuestra nueva pensión, al igual que a Mama María Jesús, y la ponemos al día de todo nuestro día. Nos manda mil besos y nos da las buenas noches.

Y seguimos en la habitación de la pensión de mala muerte que se convierte, poco a poco, cada vez más en una de cinco estrellas. Seguimos planeando nuestras vidas o dejándolas en manos del destino. Nos iremos a dormir y esperamos que no nos despierte ninguna alarma anti incendios o ninguna de una moto en la calle. También esperamos que no nos cueste dormir y que, como ocurrió anoche, no nos aterroricen ningunos ruidos extraños que procedían de la nada en el interior de la habitación. ¡Esto parecía la película de “Los Otros”! Solamente faltaba Nicole Kidman paseando por la pensión con un candelabro y una pistola en las manos. 



Nos gusta saber que el abuelo sigue cocinando como siempre lo ha hecho, que Marina sigue combinando sus vestidos con los zapatos de sus hermanas, que Rocío ha comenzado a dormir en mi cama porque le gusta más que la suya, que mi perra Nora sigue volviéndose loca cuando la saludas, que mi madre María Jesús nos sigue diciendo lo guapos que estamos y lo valiente que somos, que su madre María José nos sigue mandando besos desde Badajoz y la mayores de las fuerzas y que mi tía Primi nos manda las mejores de las suertes desde el sofá de la salita de mi casa. Nos gusta que María siga aprendiendo a dar masajes en su nuevo ciclo formativo para dárnoslos cuando volvamos, que Javi siga igual de bien con su carpintería e intentamos convencerle de que la transporte a Eindhoven. Nos gusta saber que no os importa que la sopa se os enfríe por pasar minutos y minutos hablando con nosotros. Nos gusta haber saludado a Juana y a Neme. Nos gusta que Roberto siga deseando que llegue diciembre para unirse a nuestra aventura, nos gusta que Vane haya comenzado a estudiar inglés y que esté feliz y que Yeray nos recuerde, que nos eche de menos, que quiera que juguemos con él en el parque, que desee venir a vernos en un avión muy, muy grande y que nos siga cantando, aunque sea a través de un teléfono, su particular versión de “Luna Lunera”. 

Nos gusta saber de todos vosotros y nos gusta que nos hagáis tan felices, tan felices y tan orgullosos de saber que os tenemos allí, tan lejos y tan cerca a la vez. Nos gusta formar parte de vuestras vidas y nos gusta que forméis parte de la nuestra. 

Nos gusta que la sopa caliente pueda esperar, porque sabemos que por nosotros dejaríais que se enfriara una y otra vez. Nos gusta porque por vosotros dejaríamos que la sopa quedara convertida en un cubito de hielo. 

Nos gusta, simplemente nos gusta. 



“¡Ostras! ¿Qué es ese ruido? Creo que viene de la habitación de arriba… Nicole, ¿estás ahí?” 



Estamos bien, estamos aquí, estamos en Eindhoven.


3 comentarios:

  1. Casualidades de la vida. Soy Araceli, la chica cordobesa que llegó al aeropuerto de Eindhoven con vosotros charlando en el autobús e intentando explicaros un poco como eran las cosas por este país, y ahora veo que habéis aprendido tan rápido como yo o más! No me preguntéis cómo he llegado a vuestro blog porque ni siquiera yo podría seguir el hilo de la cantidad de enlaces que he seguido en una tarde aburridísima. Este es mi facebook, por si os animáis a venir por Arnhem,
    Daktilo Daktilosa.

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  2. Hola Araceli!!! Qué alegría saber de ti y qué casualidad que hayas encontrado el blog! Pues la verdad es que las cosas van bien, esperamos que a ti también te vaya todo genial. Siempre te agradeceremos ese primer contacto y esos consejos que nos distes al llegar a la ciudad. Ahora mismo te agrego al Facebook y estamos en contacto. Un beso

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  3. Mi facebook es Dani Broncano. Yo no te encuentro!!!

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